la primavera se hace un hueco

la primavera se hace un hueco. 2020-21. Intervención.

 
soy de un limbo impreciso
que crece en el encierro.
 
un trozo de esta pausa, de este absurdo de presente.
 
cuatro paredes
y un tictac incesante.
 
buscar dentro.
 
y mientras tanto,
la primavera se hace un hueco
en este invierno simulado.
 
 

A raíz del fotolibro de tiempo, piel y polvo y de la fotografía la primavera se hace un hueco realizada en los primeros días del confinamiento, surge la intervención homónima la primavera se hace un hueco. Las flores, recuerdo de otra primavera, encuentran su sitio en la habitación. Separadas en su día de su lugar de origen, encuentran cobijo en este. Secas, como no puede ser de otra forma, nos hablan del tiempo. Nos hablan de las flores que crecen fuera de los edificios, de la vida que nos estamos perdiendo. Nos recuerdan el tiempo pasado —las primaveras vividas—, nos remiten al presente —el encierro— y refieren a un posible futuro —las primaveras por venir—. Hablo de hacer la primavera dentro, de recrear cada florecer que esta vez no veremos; una primavera robada.

La pieza se compone de un total de ciento ochenta y cinco letras elaboradas a partir flores de hortensia que escogen la cama como papel sobre el que escribirse. Las palabras se despliegan, además, a lo largo de la pared y el suelo de la habitación, llenando el espacio de primavera y estableciendo la relación dentro-fuera. No existe ningún punto de vista desde el que se pueda leer todo el texto a la vez. Para hacer la lectura completa del mismo, el espectador tiene que desplazarse necesariamente a lo largo de la pieza e ir leyendo el poema por partes a medida que realiza el recorrido. Para leer, tiene que pasear por el jardín.