Florecer

Florecer. 2018. Libro de artista.

En Florecer, textos e imágenes dialogan entre sí, teniendo como nexo común las flores. De este modo, éstas forman palabras a partir de su propio pigmento, de la costura de sus pétalos, de composiciones con los mismos… Palabras que aparecen representadas mediante fotografías, huyendo de la efimeridad propia de las flores. Habla de un proceso de recuperación, de sanación. Este intento de eternidad buscado con el registro fotográfico se debe al deseo de hacer infinito el resultado de esta cura.

Se trata de un conjunto de páginas sin encuadernar que aparecen a modo de láminas sueltas dentro de una caja. Así, aunque estén concebidas en un orden específico que responde a una evolución cromática, el espectador puede jugar con ellas cambiando su orden e, incluso, su aspecto debido a la presencia de transparencias.

La disposición de las páginas no se desarrolla en función del texto, pues no presenta una narración lineal, si no que se debe al color. La lectura comienza con colores fríos (azules) que simbolizan introversión, mirar hacia adentro, y termina en colores más cálidos (magentas) que representan extroversión, mirar hacia afuera.