eres fluido, 2017. Fotografía instalada. 200x70x20 cm.

Entendemos el tiempo como algo cíclico, intentando encapsularlo en horas, días, meses… para sentir que podemos controlarlo. Sin embargo, en realidad es un flujo lineal. Del mismo modo de una gota de agua no vuelve a pasar dos veces por el mismo río, un segundo no se repite a pesar de que el segundero vuelva a la misma posición.

En esta obra se representa el tiempo a partir de una lana que cae como una cascada desde una bobina. Ésta, sería la contenedora todos los años de una vida. Las manos interactúan con los hilos. Intentan acelerar su caída, atraparla, estirarla, frenarla. Pero el hilo, como el tiempo, inevitablemente cae y cae. Como la vida, pasa y pasa. Y el carrete se acaba.